Desconto:
-5%Antes:
Despois:
14,91 €?Sentado, inmóvil, en el despacho de mi padre, rodeado de puertas cerradas y de objetos inertes, me sentÃa yo mismo, también, como un objeto inerte, y no importaba que alguna puerta hubiese quedado abierta, porque tenÃa la seguridad de que ninguna me conducirÃa a ninguna parte. Descubrà aquella tarde una sensación nueva para mÃ, que hoy describirÃa en clave nietzscheana. Me hallaba en un mundo abandonado por los dioses, sin que nada tuviera ya valor ni sentido, incapaz de utilizar ese mundo sin dios como una fuente de nueva fuerza, incapaz de transformar la ausencia de mi madre en la creciente presencia de mà mismo. En eso consistÃa, tal vez, realmente, el estar solo: en la incapacidad de poblar con nuevos mitos este mundo abandonado por los dioses, en la ignorancia y el olvido de uno mismo?.